"Obra - Historias de Familia 2" de Omar Moreno
Fecha
01 Diciembre 2020
Houellebecq, Michel. Serotonina. Barcelona: Anagrama, 2019. 282 p.
Reseña por Fabián Leal.
Sobre la misoginia en la narrativa del escritor francés Michel Houellebecq, una de las visiones más claras y que se contrapone a la que la crítica comúnmente le ha asociado, es la enunciada por su compatriota, la también escritora Virginie Despentes. Esta menciona que al contrario de lo que se piensa, el elemento misógino se presenta como una crítica frente al machismo, en tanto las reflexiones de los personajes se vinculan a la imposibilidad de cumplir con un canon masculino dentro de la sociedad posmoderna. Este elemento es transversal a toda la producción narrativa de Houellebecq, presentándose con mayor o menor relevancia dentro de las temáticas y rasgos que definen a sus protagonistas. Serotonina, en este contexto, es la novela que más se centra en esta visión de la misoginia, siendo la temática central de su argumento y el rasgo que define por sobre los otros al protagonista de esta ficción.
Esta obra, al igual que en novelas como Plataforma o Ampliación del campo de batalla, nos presenta un protagonista de ya avanzada edad que vive del trabajo burocrático estatal, que en este caso se relaciona con la agronomía de Francia y Europa. Este personaje, llamado Florent, posee rasgos como la depresión y melancolía producida por una vida en la que no ha podido encontrar una estabilidad ni llenar las expectativas que tenía de ella, sumado a diversas relaciones con mujeres que nunca terminaron de la manera que él esperaba. Debido a esto el personaje debe tomar un comprimido llamado Captorix, antidepresivo que libera serotonina y que además de causar nauseas, inhibe la libido. La historia tiene su motivo central en que Florent, luego de unas vacaciones con su novia japonesa Yuzu que resultan totalmente tediosas debido a lo agotado de la relación y al descubrimiento de unos videos en los que ella participaba de orgías con personas y de prácticas zoofílicas, decide abandonarla sin aviso y desaparecer en la ciudad, dejando de igual forma su trabajo y arrendando diferentes pisos de alquiler en Francia y Europa. Esto producirá que el protagonista vague cual flaneur por el país y continente y se reencuentre con viejos amores y amistades, enfrentando hechos tanto afectivos como otros relacionados con las problemáticas políticas y económicas del continente. Luego de este recorrido, el personaje se establece en un último lugar, en el que lleva a cabo reflexiones de su vida y acciones vinculadas con su estado anímico. Sin embargo, como se señalaba anteriormente el motivo principal de la novela está en la relación de Florent con sus diversas parejas y el carácter misógino que se evidencia en el personaje.
El protagonista se vincula y recuerda su relación con cinco mujeres, reflexionando sobre la manera en que se conocieron y cómo debido al no poder cumplir ni sentirse cómodo dentro de la posición que le era necesaria adquirir, este termina dejándolas de lado. De estas reflexiones obtiene la conclusión de la imposibilidad de la felicidad total y que su vínculo con la mujer es un estado temporal que le permite acceder a parte de ella, principalmente a través del placer que le brindan las relaciones sexuales. Así, Florent define su relación con estas parejas en tanto a la satisfacción sexual que le otorgan, desechándolas cuando por diferentes motivos no cumplen con sus expectativas, optando por una vida en la que no existe ni la felicidad ni el placer, y en la que estas emociones –al igual que las mujeres– se suplen por el medicamento antidepresivo. Estas reflexiones van más allá cuando el personaje en algunos momentos desea volver a cumplir con el canon de las parejas y decide cometer un crimen para volver a optar a estar con ella, viendo a la mujer como un objeto para llegar a una posición de estabilidad en la sociedad. El asesinato es algo que ronda constantemente en la mente del protagonista y ya en las primeras páginas somos testigos de las intenciones de asesinar a su novia japonesa, debido a la transgresión de su rol de “hombre” al ser engañado en orgías y prácticas zoofílicas, degradándolo de la posición que según su pensamiento debe tener en la sociedad.
Serotonina, como ya se comentaba, sigue la línea de otras novelas del autor francés en la que la misoginia es uno de los temas relevantes, como Plataforma, Sumisión o La posibilidad de una isla; sin embargo, en este caso pareciera ser que Houellebecq deja de lado la unidad de la novela y nos presenta estas diferentes historias sin un hilo narrativo como en las ficciones mencionadas. El aparato político y social, por ejemplo, es tocado en algunas páginas en donde pasa a ser lo central, para luego no ser mencionado y volver a centrarse en las reflexiones personales. Esto no es del todo negativo debido a que como se señala, lo relevante son las relaciones de Florent y las características de este tipo de personaje, ya reconocible dentro de la producción del autor. Sin embargo, esta lectura puede parecer extraña para quien no conoce a los protagonistas de Houellebecq y que espera una novela con mayor unidad como lo han sido las letras francesas de las últimas décadas. Por otro lado, un punto novedoso dentro de la obra lo compone esta misma misoginia, ya que por la forma en que se presenta y las reflexiones que son llevadas a cabo por el personaje, se evidencia una crítica más explícita frente a la sociedad que la produce y los tipos de individuo que genera. A diferencia de toda la producción del autor francés, en Serotonina el personaje reflexiona abiertamente frente al tema y las exigencias de la sociedad, se pone en momentos –aunque breves– en la posición que las mujeres ocupan en esta y vincula sus estados anímicos con el trato que ha dado a sus parejas y las acciones necesarias para sobrellevar su vida. Esto se diferencia de obras como Plataforma, en la que el protagonista es más bien un Meursault posmoderno al que la mayor parte de las cosas le es indiferente; o de Sumisión en la que la misoginia está vinculada a la cultura islámica, este último otro de los grandes temas de Houellebecq.
En suma, Serotonina es una novela que presenta dos de los grandes temas del autor, la misoginia y la angustia de un protagonista que debe desenvolverse en una sociedad en la que no encaja, en la que solo puede sobrevivir a través del placer sexual que le otorga la mujer o la anulación de ello a través de un medicamento. Debido a que es una obra que explora de forma más profunda en un tipo de personaje desarrollado a través de casi tres décadas, es una lectura recomendable para quienes ya han leído algunas de las ficciones de Houellebecq y desean ver otras aristas del personaje, aunque de todas maneras es una novela que por sí sola puede ser disfrutada por nuevos lectores del polémico autor francés.
Fabián Leal Ulloa
Licenciado en educación por la Universidad de La Frontera, diplomado en violencia política, memoria y producción cultural en América Latina por la Universidad de Chile y estudiante del magíster en literatura hispanoamericana contemporánea de la Universidad Austral. Sus líneas de investigación son memoria, violencia política y estéticas de la violencia en narrativa latinoamericana.