El hombre pájaro y su pajarera

Los pájaros encierran
el significado de su propio canto
en la malla de un lenguaje vacío
Juan Luis Martínez

I
un grillo se lija la bota
sacude su flauta exoesquelética
rechina con el apenas perceptible
sonar de la carretera
pavimento que despelleja
llantas de autos distantes
instrumento biológico y sintético
tratan de complementarse
para el deleite del Hombre Pájaro
quien fuma
apoyado en la entrada
de La Pajarera

II
dos persianas
una de madera
y otra de telarañas
tapan el paisaje
observado por el Hombre Pájaro
mientras este canta y canta
sin que nadie lo escuche

III
más allá de la pandereta
y la cancha de fútbol
altos pinos guarecen
una fábrica papelera
volandero el Hombre Pájaro
considera brincar y perseguir
el humo blanquecino
que expulsa la chimenea industrial

IV
la sombra del Hombre Pájaro
ladeada y alargada a lo lejos
lo saluda desde los pastizales
aun cuando ésta
es un desacierto mental
que demuestra
cómo los bribones
han nombrado el vacío
pobre Hombre Pájaro
recorta el halo sintético
creyendo autómata a la bruna
el Hombre Pájaro cree a la mancha
una vieja y alegre amiga
un conforte
contrario a su pena
y le habla

V
el Hombre Pájaro
lucha con una araña
la insecta enhebra su aguja
y corre frenética
mientras el alado
con sus garras diablas
desata la colgadura
la espiral de sepulcros

VI
borrado el último hilo
el Hombre Pájaro
mata la colilla de su cigarro
y piensa en lo frágil
en el segundo en los segundos
y la vida que se divide en segundos
antes del segundo final

VII
podrás quemar mi casa
ocioso pirómano
le dice la (ahora) arácnida
indigente al Hombre Pájaro
pero en verdad envidias mi esmero

el que mi arte tenga propósito
el que tenga trabajo
si tuvieras agallas
pajarraco desempleado
chamuscarías tu casa
con tu familia en ella
como farfullas cada noche
entre alucinaciones

VIII
el Hombre Pájaro
emigra al sur
La Pajarera se derrumba
cae a pedazos