Algún día,
cuando los botones de las flores de la humanidad
por fin se abran al infinito
el amor vencerá.
En cada pétalo irá incrustado el corazón de cada ser
con el viento agitando sus latidos en un mismo sentir.
Y encontrándose de nuevo como en sus días originarios
bajo nobles sentimientos,
se fundirán en felicidad
atendiendo al canto de amor
que Dios les traerá, haciéndoles sonreír.
Bajo un lenguaje puro universal yacerán
sin temor,
con él siempre a su lado
concediéndoles lo que una vez perdieron.
Algún día,
cuando los botones de las flores de la humanidad
por fin florezcan…
¡El amor vencerá…!
¡Ya no habrá que temer!