Fecha
01 Diciembre 2020
Y el gran Atlante se elevó hacia los cielos y contempló bajo de sí un páramo de agua azul. Un páramo que, cuan noche negra, lucía solitario y triste. Entonces, metió su mano en su saco de estrellas y cogió un puñado que esparció por el océano como el sembrador esparciría por la tierra. Y ocho estrellas iguales quedaron brillando sobre las frías aguas, ocho estrellas diferentes que ahora daban luz a aquel páramo, ocho hijas de un mismo padre, el gran Atlante. De cálidas arenas y olas infinitas una, Fuerteventura. De paisajes inhóspitos y el mismo fuego de su corazón, era Lanzarote. En otra, los grandes perros corrían fuertes y orgullosos entre plataneras y arenas, Gran Canaria. Luego La Palma, su isla verde y de brumas eternas. Después, se encontró perdido entre barrancos con olor a palma y a amores eternos, donde ecos de vientos hablaban de leyendas de amor, La Gomera. Tras esta contempló a una isla pequeña en la que la paz y los vientos te transportaban al pasado, La Graciosa. Luego, cogió aire y se hundió en las aguas azules de su isla del meridiano, para maravillarse con su belleza de color y vida, El Hierro. Y al final su isla mayor, una isla de gélidas nieves en la que los diversos valles de retamas, viñas y vientos te llevaban hasta playas y acantilados imposibles, una isla plagada de leyendas, de guerreros inmortales y de sonrisas eternas, Tenerife. Entonces el gran Atlante se sentó en mitad del archipiélago sonriente y feliz, y contempló su obra. Y allí quedó transformado en montaña mágica. Paciente, protector, vigilante… Como el padre que cuida a sus hijas con su mirada atenta desde la distancia, como el guardián que cuida a sus cabras del cruel lobo, pues, al fin y al cabo, el gran Atlante era cabrero con alma de mar.
Domingo Batista Marrero
Nací un 10 diciembre de 1982 en Las Cuevecitas, un pequeño pueblo de la zona alta del municipio de Candelaria, en la isla de Tenerife, en las Islas Canarias, España. Tras mis estudios elementales, cursé la Diplomatura de Navegación Marítima en la Universidad de La Laguna. Mi primera novela, El eco de las olas, salió a la luz en autoedición a finales de 2016. Tras esta, llegaron Último vuelo hacia el ocaso en 2018 y Los sueños de Kamile en 2019, mi segunda y tercera novela respectivamente, publicadas ambas por la editorial Escritura entre las nubes. Aparte de mis novelas en solitario, también he colaborado con dos relatos cortos en dos libros de carácter altruista, cuyos títulos son Un mundo de historias 2 y ¡Hoy no perderé! Para terminar mi pequeña biografía, quisiera señalar que también he tenido el gran honor de ganar el 1er Premio del II Concurso de Creación Literaria del Ayuntamiento de Candelaria, 2017.